lunes, 28 de noviembre de 2011

Cojín de lactancia

Comprar o no comprar el cojín de lactancia, esa es la cuestión. Habrá mamás que lo hayan comprado y no vean su utilidad, estoy segura; pero yo personalmente estoy encantada con aquella compra.
Hay diversos modelos, y diversos precios. El día que me decidí a comprar uno, sin habérmelo recomendado nadie (lo cual es extraño porque es un 'complemento' de los que yo consideraría perfectamente dispensable, vamos, de los que las revistas de mamás te meten por los ojos) había pensado mucho en el modelo. Los hay pequeñitos, ajustaditos a la cintura, y los hay grandotes. Yo compré uno largo, pensando en mí y no en el bebé, porque se llama de lactancia pero a mi sobretodo me ha venido bien para los embarazos.
El modelo que escogí está relleno de bolitas, al principio está un poco duro pero poco a poco van ablandándose las bolas y queda espacio para adaptarlo a la postura que deseemos. Además  es desenfundable, para lavarlo a máquina cuando ya se le ha dado mucho uso o cuando el bebé lo mancha de leche, y este en concreto tiene una funda para utilizarlo a modo de hamaca para el bebé, pero yo nunca le he dado ese uso.
Bueno, el caso es que puede convertirse en un gran aliado durante el embarazo. Yo lo utilizo todas las noches, en mi cama somos tres, porque el cojín ocupa casi como un cuerpo más.  Si duermes de lado va bien para descansar la tripa sobre él y para subir la pierna y estar más cómoda. Además, cuando duermo boca arriba también lo utilizo, me lo pongo bajo las rodillas para no forzar la espalda, que con la tripota que tengo los riñones se quejan muchísimo si duermo boca arriba y no descanso la espalda sobre la cama.
Una vez nacido el bebé también se le da uso. Yo lo utilizaba para, sentada en la cama, darle cómodamente de mamar a mi hijo. No me lo ponía delante para apoyar al niño en él, sino que me lo ponía detrás, recogiéndome la espalda,  y así el lumbago no se resentía por el ratito de toma. También lo usé muchísimo para dejar el niño en la cama o el sofá un momento y que no pudiese rodar hacia los lados, pero eso es lo de menos.

1 comentario:

icue dijo...

Como alegra ver madres que se preocupan de solucionar las incomodidades de los hijos, es tan gratificante ver esto que me emociona.
Con todo cariño

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