viernes, 16 de diciembre de 2011

Cinturón de seguridad

Hacía días que no iba en el coche y no lo recordaba, pero durante el embarazo al aumentar el volumen del abdomen aumentan las molestias de ir sentada en el coche. Además, a mi cada vez me cuesta más trabajo ponerme y quitarme el cinturón, pero no por ello dejo de hacerlo.

Digo esto porque, aunque en este embarazo no me ha ocurrido, en mi anterior embarazo varias personas me preguntaron curiosas si seguía utilizando el cinturón de seguridad. A mí me desconcertó, ¡claro que lo utilizo! Creo que no hacerlo sería un grave error.  

El caso es que circula por ahí la idea -y la recomendación- de que estando embarazada es mejor no utilizar cinturón de seguridad a utilizar uno convencional porque en caso de colisión se daría una sacudida extrema al bebé. Vamos, que o te gastas un dineral en uno especial para embarazadas (alrededor de 40€ los más económicos que he visto) o mejor no te pongas nada. Esto es absolutamente falso. En caso de colisión más vale que el bebé sufra una sacudida (siempre habrá que ir a revisarlo al médico, incluso aunque no se note ningún síntoma extraño y se piense que no ha sufrido daños) a que la madre salga despedida y ocurran cosas mucho más graves. Supongo que la errónea idea está motivada por el hecho de que en muchas legislaciones las embarazadas no están obligadas a utilizar el cinturón de seguridad.

Yo, como madre y como embarazada, os recomiendo utilizar el cinturón de seguridad en toda ocasión. No es necesario comprar uno especial para embarazadas, pero sí es mejor tener cuidado a la hora de ponerse el cinturón convencional. Como indica la foto la mejor forma de ponerlo es situando la cinta horizontal por debajo del abdomen, de forma que no comprima al bebé en caso de colisión -esta forma es además mucho más cómoda para nosotras-.


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